4 de marzo de 2013

Crema

Estallan madres en el aire.
Madres de la mentira y del odio.
Madres que ahora son espuma y vísceras rotas.
Ya no ululan sus ovarios de barro en huelga.
Ahora sus vientres se expanden casi en silencio.
Trocitos de ropa cayendo y ardiendo,
y muriendo finalmente en el asfalto,
como hojas que saltan del árbol
con la esperanza de darle un beso a la Luna.

Estallan madres en el aire.
Dice un payaso por un altavoz.
Y las carcajadas del público lo queman,
como si éstas fueran orugas endemoniadas
pululando en su lechosa piel.
La gente disfruta del espectáculo,
Ni siquiera notan que la febril sombra del día los cubre
y les absorbe los jugos dulces de sus ojos.
Nada parece importar ya.
Todos vibran felices envueltos en ascuas.

Estallaron madres en el aire.
Fueron por un momento espectros celestes
que se flexionaron y se descompusieron en colores turbios.

Estallaron madres en el aire.
En el cielo sus piedras imitaron a pájaros muertos.
Lo que queda ahora acá, en tierra, es llanto,
llanto y una ceguera que estruja mi sed.

Maximiliano Olivera

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